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Técnicas de Balneoterapia y Spa
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El agua como agente físico
Primero, debemos saber que el agua, como agente físico, es capaz de interaccionar con el organismo produciendo una serie de efectos por la reacción de éste a distintos estímulos. Esos estímulos pueden ser mecánicos como los chorros, duchas, etc., y térmicos, como baños, envolturas, etc. Y nos influyen tanto a nivel circulatorio -mejorando el retorno venoso- como con respecto al sistema nervioso -proporcionando una calma que nos permite reducir los niveles de estrés-.
¿Hasta qué punto conocemos las posibilidades de estos lugares?
En principio nos pueden parecer todos iguales, pero tenemos que diferenciar los distintos tipos de establecimientos, ya que, aunque todos comparten características similares, tienen sus diferencias. Digamos que podemos clasificarlos en dos grupos: Están los centros con un ámbito terapéutico como los balnearios y centros de talasoterapia, y los centros con un ámbito relajante y estético como spas y balnearios urbanos.
Los primeros son instituciones sanitarias y terapéuticas donde se utilizan, bajo supervisión médica y con un objetivo preventivo o curativo, los beneficios del agua mineromedicinal o del medio marino. Los segundos son espacios de bienestar donde se aplican tratamientos con agua y donde se busca -en mayor o menor grado- conseguir un estado de relajación, vitalidad y salud. Normalmente, disponen de gabinete de estética y belleza.
El elemento imprescindible
En definitiva, ¿lo importante es el agua? El agua es un elemento imprescindible en estos espacios. El agua que se utiliza en los balnearios es agua termal mineromedicinal. Para considerarse como tal, debe emanar a la superficie con una temperatura 5º C por encima de la temperatura media anual del lugar de donde emana. Además, los beneficios de estas aguas termales se deben a la existencia de minerales en su composición, lo que hace que se puedan considerar verdaderos medicamentos. Las principales aguas mineromedicinales que podemos encontrar son:
Aguas sulfurosas. Son ideales para afecciones del aparato locomotor.
- Aguas sulfatadas. Su mayor acción se ejerce mediante la ingesta del agua, es decir, mediante cura hidropínica, teniendo un gran efecto para personas con problemas digestivos y de gota.
- Aguas sulfuradas. Estas son increíblemente efectivas en casos de psoriasis, enfermedades dermatológicas y reumáticas.
- Aguas ferruginosas. De gran efectividad en anemias y procesos de agotamiento físico genérico.
- Aguas bicarbonatadas. Su mayor efectividad se produce mediante la ingesta y está indicada en patologías digestivas relacionadas con el estómago, duodeno, páncreas, hígado y vesícula biliar.
- Aguas cloruradas. Tienen un gran efecto antiinflamatorio, sedante y analgésico.
- Aguas radiactivas. Estas aguas están compuestas por un alto porcentaje de gas radón. Tienen gran efectividad en casos de estrés, depresión y ansiedad ya que tiene una gran acción sedativa y analgésica.
En los centros de talasoterapia se hace uso de agua de mar, que se define como una solución acuosa con sólidos (principalmente sales), gases, materia orgánica e inorgánica suspendida y algunos organismos microscópicos vivos, vegetales y animales, conocidos como fitoplancton y zooplancton.
Y en los spas se utiliza agua de la red local
Entonces, si el agua es lo importante, ¿para qué tantos chorros y duchas? El agua es fundamental también el uso que se le da, por ejemplo, mediante baños a lo que se le denomina balneación.
Estos baños pueden tener diferentes temperaturas, desde baños calientes que
pueden variar entre 36ºC a 38ºC con un tiempo de aplicación no superior a 20 minutos, lo que proporciona cierta analgesia y sedación general, hasta baños fríos que se encuentran por debajo de los 34ºC y cuya duración será menor cuanto menor sea la temperatura del agua, de manera que a temperaturas de 15ºC a 20ºC se deben realizar baños de 15 a 30 segundos.
También existen los baños a temperatura indiferente donde el agua oscila entre los 35º y 36º y pueden tener una duración de entre 30 minutos y una hora. Este tipo de baños tienen una acción sedante sobre el sistema nervioso, relajante sobre el sistema muscular y ejercen cierta actividad hipotensora.
Y una forma de uso muy común es el baño a temperatura alternante que consiste en tomar un primer baño de agua caliente durante 10 minutos, seguido de un baño frío durante unos 15 o 30 segundos, repitiendo esta pauta durante dos o tres veces. Estos baños favorecen el ejercicio cardiovascular. Estos baños pueden ser pasivos, es decir, con el agua en calma, pero muchas veces nos lo encontramos con actividades como los baños de burbujas.
Baños de burbujas
Algunas bañeras poseen orificios de diferente tamaño a través de los que se inyecta aire a presión, originando así los baños de burbujas. Mediante esta técnica, al efecto térmico del agua se le añade el efecto mecánico producido por las percusiones efectuadas por las burbujas al incidir sobre la piel. El diámetro de las burbujas determina los efectos fisiológicos sobre el organismo: sedante (microburbujas) y masaje (macroburbujas). Si se desean tratar alteraciones vasculares, la temperatura debe ajustarse a unos 35-36ºC, mientras que, si se persigue el efecto relajante y sedante, se puede elevar la temperatura hasta 38-40ºC. Suelen tener una duración máxima de unos 20 minutos.
Además de las burbujas, podemos encontrar bañeras de hidromasaje que son las que lanzan chorros de agua a presión. Estos baños tienen el mismo efecto que un baño de burbujas, pero con el añadido de que esos chorros de agua a presión subacuática están dispuestos de tal forma en la bañera para que tengan efecto relajante en la musculatura. Estimula la circulación periférica, relaja los músculos
y abre los poros favoreciendo la eliminación de toxinas y combatiendo el cansancio y la tensión nerviosa.
Baños con aditivos
Estos dos tipos de baños los encontramos combinados incluso con el añadido de aditivos. Los baños con aditivos pretenden sumar a los efectos térmicos y mecánicos de los baños, los producidos por las propiedades de las sustancias que se añaden al agua. Estos aditivos pueden ser:
Y en los spas se utiliza agua de la red local
Entonces, si el agua es lo importante, ¿para qué tantos chorros y duchas? El agua es fundamental también el uso que se le da, por ejemplo, mediante baños a lo que se le denomina balneación.
Estos baños pueden tener diferentes temperaturas, desde baños calientes que
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También existen los baños a temperatura indiferente donde el agua oscila entre los 35º y 36º y pueden tener una duración de entre 30 minutos y una hora. Este tipo de baños tienen una acción sedante sobre el sistema nervioso, relajante sobre el sistema muscular y ejercen cierta actividad hipotensora.
Y una forma de uso muy común es el baño a temperatura alternante que consiste en tomar un primer baño de agua caliente durante 10 minutos, seguido de un baño frío durante unos 15 o 30 segundos, repitiendo esta pauta durante dos o tres veces. Estos baños favorecen el ejercicio cardiovascular. Estos baños pueden ser pasivos, es decir, con el agua en calma, pero muchas veces nos lo encontramos con actividades como los baños de burbujas.
Baños de burbujas
Algunas bañeras poseen orificios de diferente tamaño a través de los que se inyecta aire a presión, originando así los baños de burbujas. Mediante esta técnica, al efecto térmico del agua se le añade el efecto mecánico producido por las percusiones efectuadas por las burbujas al incidir sobre la piel. El diámetro de las burbujas determina los efectos fisiológicos sobre el organismo: sedante (microburbujas) y masaje (macroburbujas). Si se desean tratar alteraciones vasculares, la temperatura debe ajustarse a unos 35-36ºC, mientras que, si se persigue el efecto relajante y sedante, se puede elevar la temperatura hasta 38-40ºC. Suelen tener una duración máxima de unos 20 minutos.
Además de las burbujas, podemos encontrar bañeras de hidromasaje que son las que lanzan chorros de agua a presión. Estos baños tienen el mismo efecto que un baño de burbujas, pero con el añadido de que esos chorros de agua a presión subacuática están dispuestos de tal forma en la bañera para que tengan efecto relajante en la musculatura. Estimula la circulación periférica, relaja los músculos
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Baños con aditivos
Estos dos tipos de baños los encontramos combinados incluso con el añadido de aditivos. Los baños con aditivos pretenden sumar a los efectos térmicos y mecánicos de los baños, los producidos por las propiedades de las sustancias que se añaden al agua. Estos aditivos pueden ser:
- Gaseosos como oxígeno, ozono o gas carbónico.
- Sales minerales incorporadas al agua de la bañera con el objetivo de aportarle sus propiedades. Una de las sales que con mayor frecuencia se añade es el cloruro sódico, cuya finalidad es imitar los efectos provocados por la talasoterapia.
- Espuma mediante una solución jabonosa que es capaz de estimular la circulación periférica y provocan una sedación de las terminaciones nerviosas.
- Aceites esenciales añadidos sobre el agua a temperatura indiferente buscando el beneficio de los principios activos del aceite en cuestión.
- Extractos de algas y plantas. Existe una gran variedad de extractos, cada uno con una acción específica. Se pueden emplear como aditivos de los baños.
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Autor: Jose Antonio Almagro Lechuga, Masajista, terapeuta linfático, terapeuta floral, kinesiólogo, maestro de Reiki | Socio Cofenat nº 5869
FUENTE: El Botiquín Natural