Comisión - Reflexología
Reflexología
La reflexología podal es una técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo. Supone la aplicación de un masaje manual que aplica presión en áreas reflejas de los pies para producir efectos específicos en otras partes del cuerpo.
El masaje podal se originó en China. Los asombrosos resultados de la terapia de masaje de pies conllevaron a una rápida expansión de la misma por los cinco continentes.
Los músculos de los pies trabajan como una bomba que acelera la circulación y permite que la sangre regrese al órgano. Por esta razón, a veces se dice que el pie es el segundo corazón. Masajeando con cuidado el pie, la circulación mejora y alivia el corazón.
La situación de cada zona refleja de un órgano tiene una correspondencia en el pie. El masaje podal puede prevenir y curar enfermedades siempre que estén definidas por el médico de turno. El reflexólogo no puede ni debe diagnosticar, sólo puede sospechar y mandar a la persona a su médico.
El dolor durante el masaje podal, si se produce, debe ser siempre tolerable sin utilizar mucha fuerza.
Selección de los puntos de masaje
En función del tratamiento, hay tres puntos principales para el masaje podal.
Zonas reflejas básicas: suprarrenales, riñón, uretra y vejiga. Al efectuar el masaje se deben trabajar primero estas cuatro zonas para eliminar toxinas y desechos metabólicos del cuerpo.
Zonas sintomáticas: se escogen de acuerdo con los síntomas del paciente las partes del cuerpo y órganos afectados.
Zonas auxiliares: seleccionamos zonas relacionadas con los síntomas principales para reforzar el efecto.
Teorías
Teoría de los puntos reflejos: Los puntos reflejos se comunican con los órganos internos. Las actividades ordinarias del cuerpo humano tienen una estrecha relación con los canales o puntos reflejos de los pies.
Teoría de la bioholografía: Estudia la conexión entre los órganos y las partes específicas del cuerpo y se aplica para diagnosis y tratamiento de enfermedades.
Teoría de la circulación de la sangre: la circulación de la sangre aporta oxígeno y nutrientes a cada órgano y elimina productos tóxicos 'metabólicos', tales como el dióxido de carbono.
El masaje podal se originó en China. Los asombrosos resultados de la terapia de masaje de pies conllevaron a una rápida expansión de la misma por los cinco continentes.
Los músculos de los pies trabajan como una bomba que acelera la circulación y permite que la sangre regrese al órgano. Por esta razón, a veces se dice que el pie es el segundo corazón. Masajeando con cuidado el pie, la circulación mejora y alivia el corazón.
La situación de cada zona refleja de un órgano tiene una correspondencia en el pie. El masaje podal puede prevenir y curar enfermedades siempre que estén definidas por el médico de turno. El reflexólogo no puede ni debe diagnosticar, sólo puede sospechar y mandar a la persona a su médico.
El dolor durante el masaje podal, si se produce, debe ser siempre tolerable sin utilizar mucha fuerza.
Selección de los puntos de masaje
En función del tratamiento, hay tres puntos principales para el masaje podal.
Zonas reflejas básicas: suprarrenales, riñón, uretra y vejiga. Al efectuar el masaje se deben trabajar primero estas cuatro zonas para eliminar toxinas y desechos metabólicos del cuerpo.
Zonas sintomáticas: se escogen de acuerdo con los síntomas del paciente las partes del cuerpo y órganos afectados.
Zonas auxiliares: seleccionamos zonas relacionadas con los síntomas principales para reforzar el efecto.
Teorías
Teoría de los puntos reflejos: Los puntos reflejos se comunican con los órganos internos. Las actividades ordinarias del cuerpo humano tienen una estrecha relación con los canales o puntos reflejos de los pies.
Teoría de la bioholografía: Estudia la conexión entre los órganos y las partes específicas del cuerpo y se aplica para diagnosis y tratamiento de enfermedades.
Teoría de la circulación de la sangre: la circulación de la sangre aporta oxígeno y nutrientes a cada órgano y elimina productos tóxicos 'metabólicos', tales como el dióxido de carbono.