Comisión - Shiatsu
Shiatsu
La palabra Shiatsu, traducida literalmente al castellano, significa “presión con los dedos”. Aunque en la conciencia colectiva japonesa se asocia directamente a terapia manual.
Situado en un lugar intermedio entre la filosofía y los conceptos de la medicina china y la excesiva deshumanización de la medicina occidental, y apoyada en la teoría de los puntos vitales (tsubo); el Shiatsu, a través de las manos del terapeuta profesional, accede a los desequilibrios estructurales y permite que el cuerpo active sus propios mecanismos de autocuración.
En Maestro Tokujiro Namikoshi (1905-2000), fundador de esta terapia nacida en Japón en 1925, la define de la siguiente manera: “El Shiatsu es como el amor de una madre, la presión sobre el cuerpo estimula la fuente de la vida”.
A raíz del polireumatismo que aquejaba a su madre debido a las duras condiciones del entorno de la isla de Hokkaido donde vivían, Tokujiro comenzó a investigar la acción de diferentes estímulos manuales sobre el cuerpo de su madre. Finalmente descubrió que el estímulo de la presión de sus pulgares y palmas de las manos ofrecían mejores resultados que el resto. Este proceso experimental carente de formación, le desveló los obstinados poderes de autocuración que posee el organismo humano, y fue así como nació la terapia del Shiatsu. Tras superar diversas dificultades en su estudio de masaje chino anma y del masaje occidental, Tokujiro abrió el Instituto Shiatsu de Terapia en Hokkaido en el año 1925. En 1933 marchó a Tokio, y en 1940 inaugura el Instituto Japonés de Shiatsu. La terapia y las conferencias de la escuela obtuvieron un amplio reconocimiento por los incontrovertibles efectos del tratamiento Shiatsu. Tras años de lucha y certificación de los efectos beneficiosos del Shiatsu para la salud, en 1955, Tokujiro Namikoshi consiguió que, por vez primera, el Shiatsu fuese reconocido oficialmente por las autoridades médicas y educativas niponas.
En la actualidad, se reconoce su eficacia, no sólo en Japón, sino también en Europa y Estados Unidos. Se ha convertido, ya, en una perfecta opción complementaria a la medicina oficial según la conocemos hoy en día.
El Ministerio de Sanidad de Japón define el Shiatsu como:
“Tratamiento que, aplicando unas presiones con los dedos y las palmas de las manos, sobre determinados puntos, corrige irregularidades, mantiene y mejora la salud, contribuye a aliviar ciertas enfermedades (molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.) activando así mismo la capacidad de autocuración del cuerpo humano. No tiene efectos secundarios.”
Situado en un lugar intermedio entre la filosofía y los conceptos de la medicina china y la excesiva deshumanización de la medicina occidental, y apoyada en la teoría de los puntos vitales (tsubo); el Shiatsu, a través de las manos del terapeuta profesional, accede a los desequilibrios estructurales y permite que el cuerpo active sus propios mecanismos de autocuración.
En Maestro Tokujiro Namikoshi (1905-2000), fundador de esta terapia nacida en Japón en 1925, la define de la siguiente manera: “El Shiatsu es como el amor de una madre, la presión sobre el cuerpo estimula la fuente de la vida”.
A raíz del polireumatismo que aquejaba a su madre debido a las duras condiciones del entorno de la isla de Hokkaido donde vivían, Tokujiro comenzó a investigar la acción de diferentes estímulos manuales sobre el cuerpo de su madre. Finalmente descubrió que el estímulo de la presión de sus pulgares y palmas de las manos ofrecían mejores resultados que el resto. Este proceso experimental carente de formación, le desveló los obstinados poderes de autocuración que posee el organismo humano, y fue así como nació la terapia del Shiatsu. Tras superar diversas dificultades en su estudio de masaje chino anma y del masaje occidental, Tokujiro abrió el Instituto Shiatsu de Terapia en Hokkaido en el año 1925. En 1933 marchó a Tokio, y en 1940 inaugura el Instituto Japonés de Shiatsu. La terapia y las conferencias de la escuela obtuvieron un amplio reconocimiento por los incontrovertibles efectos del tratamiento Shiatsu. Tras años de lucha y certificación de los efectos beneficiosos del Shiatsu para la salud, en 1955, Tokujiro Namikoshi consiguió que, por vez primera, el Shiatsu fuese reconocido oficialmente por las autoridades médicas y educativas niponas.
En la actualidad, se reconoce su eficacia, no sólo en Japón, sino también en Europa y Estados Unidos. Se ha convertido, ya, en una perfecta opción complementaria a la medicina oficial según la conocemos hoy en día.
El Ministerio de Sanidad de Japón define el Shiatsu como:
“Tratamiento que, aplicando unas presiones con los dedos y las palmas de las manos, sobre determinados puntos, corrige irregularidades, mantiene y mejora la salud, contribuye a aliviar ciertas enfermedades (molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos, etc.) activando así mismo la capacidad de autocuración del cuerpo humano. No tiene efectos secundarios.”