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Consecuencias de la cuarentena para la salud
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Mon, 08 Jun 2020 00:30:00 +0200
Las consecuencias del paso del coronavirus por nuestras vidas van más allá de las creadas por el mismo virus, ya que, la cuarentena a la que nos hemos visto sometidos puede generar repercusiones sobre nuestra salud física y mental, por lo que es imprescindible saber cómo mantenernos equilibrados mentalmente y como alimentarnos o cuidar nuestro cuerpo haciendo ejercicio.
ALGUNAS DE LAS CONSECUENCIAS DE LA CUARENTENA SON:
A NIVEL MENTAL
El miedo a la enfermedad y la incertidumbre sobre cuándo y cómo saldremos de esta situación, sumado a la falta de contacto y relaciones sociales, es un caldo de cultivo perfecto para la formación de estrés, ansiedad y depresión.
La pérdida de horarios y costumbres a las que llevamos toda una vida acostumbrados altera nuestros biorritmos, lo cual dificulta algo tan necesario como el sueño y que podamos descansar de la forma correcta como veníamos haciendo hasta ahora.
La hiperactividad de nuestro sistema nervioso derivada de los procesos emocionales que hemos citado, fomenta la creación de sustancias como la adrenalina o el cortisol, cuando estas sustancias se encuentran elevadas, pueden llegar a ser muy peligrosas, porque además de dificultar la conciliación del sueño predisponen a padecer problemas cardiovasculares y deprimen el sistema inmune por lo que será más fácil coger una infección.
La aparición de esta ansiedad ha fomentado que los hábitos nutricionales en muchas familias hayan variado, tomando elecciones alimenticias que son erróneas y que en muchos casos se piensa que son sanas por el simple hecho de hacerlos en casa cuando no es así, efectivamente, estamos hablando del abuso de la repostería, el uso de harinas refinadas, azúcares y grandes recetas que seguro que muchos de los lectores han realizado de manera no solo puntual, si no como costumbre durante este periodo, y es que la comida nos guste o no, es una forma de “matar la ansiedad”
El miedo a padecer esta enfermedad ha llegado a provocar casos donde la tan necesaria higiene se ha tornado patológica reportandose ejemplos donde el excesivo y mal uso de los productos higienicos ha generado graves problemas dermatológicos como quemaduras y abrasiones o dermatitis irritativa, siendo especialmente visible en personas con patologías previas como dermatitis seborreica o psoriasis.
A NIVEL FÍSICO
En este caso nos encontramos con los dos extremos, personas que sin haber realizado ejercicio previamente se han lanzado a hacer ejercicio de forma diaria sin ningún control ni pautas guiadas por profesionales, realizando ejercicios que sencillamente han visto por internet y saliendo a correr diariamente sin ningún acondicionamiento previo y sin haberse realizado pruebas de esfuerzo lo cual supone un gran riesgo de lesiones musculoesqueléticas incluso de accidentes cardiovasculares.
Por otro lado nos encontramos con el sedentarismo, bien sea por teletrabajo, por tener que cuidar de hijos o de otras personas de su núcleo familiar y no encontrar tiempo o ganas de realizar actividad.
Este perfil ha pasado mucho tiempo sentado delante del ordenador o la televisión provocando también por defecto y no por exceso como en el caso anterior, problemas musculoesqueléticos y otros relacionados con la falta de actividad y por el menor gasto calórico como son la obesidad y la aparición de otras enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Si a esto le sumamos que dichas personas no se han expuesto prácticamente al sol nos encontramos ante otro problema añadido, la predisposición a la pérdida de mineralización ósea, que afecta más a mujeres que a hombres, sobretodo de edad más avanzada.
ENTONCES, ¿CÓMO MEJORAMOS NUESTRA SALUD?
Vamos a dar algunos tips que seguro que pueden ser de utilidad pero recordad que no hay un único elemento “mágico” si no que las claves pasan por algo tan sencillo como adoptar un estilo de vida saludable y ponernos en manos de profesionales para que nos orienten.
HÁBITOS
Hemos de crear hábitos y para ello es necesario estipular horarios previamente,en el cual no solo aparezcan las horas de trabajo, si no de comida, actividad física, relaciones sociales y de sueño y descanso.
Esto nos ayudará a devolver a nuestro cuerpo sus biorritmos, si queremos cumplir unos objetivos es muy importante que todo esté planificado previamente para que en nuestra organización diaria no nos saltemos ningún condicionante que acabe afectando a nuestra salud.
NUTRICIÓN
Crear un menú semanal, para que a la hora de hacer la compra y cocinar no nos decantemos por opciones insanas, si queremos asegurarnos de que no se produzcan problemas metabólicos, tenemos que optar más por el consumo de vegetales, fibra, minerales y todos los macro y micronutrientes adecuados en detrimento de azúcares, harinas de mala calidad y productos procesados, la clave en esto nuevamente, pasa algo tan sencillo como la planificación.
SUPLEMENTACIÓN
La suplementación puede ser muy necesaria en algunos casos, de ahí la importancia de visitar a un profesional.
Muchas sustancias juegan un papel crucial en la prevención o tratamiento de patologías,si estas se encuentran en estado de déficit o sencillamente se necesita un aumento en su consumo.
Algunas sustancias interesantes en la situación actual podrían ser el selenio o la vit D para que nuestro sistema inmunológico, hormonal y nervioso funcionen de forma adecuada. si no vas a poder exponerte al sol 30-45 minutos o bien tienes un estado donde tus necesidades sean mayores puede ser interesante recurrir a su suplementación.
Para aquellas personas con sobrepeso, glucosa alta o resistencia a la insulina de base, puede ser conveniente el uso de sensibilizadores naturales de la insulina, el ácido alfa lipoico o la berberina especialmente.
Y para el sistema nervioso suplementos como el 5-HTP (semillas de Griffonia) Gaba (ácido que actúa como neurotransmisor) o la conocida melatonina, todas ellas con el fin de relajar y equilibrar el sistema nervioso.
EJERCICIO
El ejercicio no solo es fundamental para mejorar el sistema musculoesquelético y los problemas derivados de la falta de actividad en la cuarentena, si no que ayuda al sistema inmunológico, a los problemas psicológicos y a conciliar el sueño, mejorando así todas cascadas bioquímicas que por sí solas son capaces de formar graves patologías.
Si a su vez quisiéramos producir mejoras en la pérdida de peso, las reservas de glucógeno y mejorar nuestro metabolismo, podríamos realizar ejercicios de alta intensidad adaptados a nuestra condición física con ayunos de 12-14 horas.
Pero cuando hablamos de ejercicio, no nos podemos olvidar de otras prácticas que, aunque tengan menos consumo energético son igual de importantes y que pueden practicarse por sí solas o de forma sinérgica con ejercicios de más intensidad, como son la meditación, el yoga, el pilates, tai-chi etc.
Estas actividades no solo nos proporcionan beneficios físicos si no psicológicos, aportando paz y ayudándonos a pensar con claridad para relativizar (en la medida de lo posible) mejorando nuestra capacidad en la toma de decisiones en un momento tan duro y difícil como el que estamos viviendo.
Desde COFENAT esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda hasta que esta situación está superada y os animamos a poneros en manos de profesionales para tratar todos y cada uno de los aspectos citados en este artículo.
COFENAT
www.cofenat.es
08 de junio de 2020
Las consecuencias del paso del coronavirus por nuestras vidas van más allá de las creadas por el mismo virus, ya que, la cuarentena a la que nos hemos visto sometidos puede generar repercusiones sobre nuestra salud física y mental, por lo que es imprescindible saber cómo mantenernos equilibrados mentalmente y como alimentarnos o cuidar nuestro cuerpo haciendo ejercicio.
ALGUNAS DE LAS CONSECUENCIAS DE LA CUARENTENA SON:
A NIVEL MENTAL
El miedo a la enfermedad y la incertidumbre sobre cuándo y cómo saldremos de esta situación, sumado a la falta de contacto y relaciones sociales, es un caldo de cultivo perfecto para la formación de estrés, ansiedad y depresión.
La pérdida de horarios y costumbres a las que llevamos toda una vida acostumbrados altera nuestros biorritmos, lo cual dificulta algo tan necesario como el sueño y que podamos descansar de la forma correcta como veníamos haciendo hasta ahora.
La hiperactividad de nuestro sistema nervioso derivada de los procesos emocionales que hemos citado, fomenta la creación de sustancias como la adrenalina o el cortisol, cuando estas sustancias se encuentran elevadas, pueden llegar a ser muy peligrosas, porque además de dificultar la conciliación del sueño predisponen a padecer problemas cardiovasculares y deprimen el sistema inmune por lo que será más fácil coger una infección.
La aparición de esta ansiedad ha fomentado que los hábitos nutricionales en muchas familias hayan variado, tomando elecciones alimenticias que son erróneas y que en muchos casos se piensa que son sanas por el simple hecho de hacerlos en casa cuando no es así, efectivamente, estamos hablando del abuso de la repostería, el uso de harinas refinadas, azúcares y grandes recetas que seguro que muchos de los lectores han realizado de manera no solo puntual, si no como costumbre durante este periodo, y es que la comida nos guste o no, es una forma de “matar la ansiedad”
El miedo a padecer esta enfermedad ha llegado a provocar casos donde la tan necesaria higiene se ha tornado patológica reportandose ejemplos donde el excesivo y mal uso de los productos higienicos ha generado graves problemas dermatológicos como quemaduras y abrasiones o dermatitis irritativa, siendo especialmente visible en personas con patologías previas como dermatitis seborreica o psoriasis.
A NIVEL FÍSICO
En este caso nos encontramos con los dos extremos, personas que sin haber realizado ejercicio previamente se han lanzado a hacer ejercicio de forma diaria sin ningún control ni pautas guiadas por profesionales, realizando ejercicios que sencillamente han visto por internet y saliendo a correr diariamente sin ningún acondicionamiento previo y sin haberse realizado pruebas de esfuerzo lo cual supone un gran riesgo de lesiones musculoesqueléticas incluso de accidentes cardiovasculares.
Por otro lado nos encontramos con el sedentarismo, bien sea por teletrabajo, por tener que cuidar de hijos o de otras personas de su núcleo familiar y no encontrar tiempo o ganas de realizar actividad.
Este perfil ha pasado mucho tiempo sentado delante del ordenador o la televisión provocando también por defecto y no por exceso como en el caso anterior, problemas musculoesqueléticos y otros relacionados con la falta de actividad y por el menor gasto calórico como son la obesidad y la aparición de otras enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Si a esto le sumamos que dichas personas no se han expuesto prácticamente al sol nos encontramos ante otro problema añadido, la predisposición a la pérdida de mineralización ósea, que afecta más a mujeres que a hombres, sobretodo de edad más avanzada.
ENTONCES, ¿CÓMO MEJORAMOS NUESTRA SALUD?
Vamos a dar algunos tips que seguro que pueden ser de utilidad pero recordad que no hay un único elemento “mágico” si no que las claves pasan por algo tan sencillo como adoptar un estilo de vida saludable y ponernos en manos de profesionales para que nos orienten.
HÁBITOS
Hemos de crear hábitos y para ello es necesario estipular horarios previamente,en el cual no solo aparezcan las horas de trabajo, si no de comida, actividad física, relaciones sociales y de sueño y descanso.
Esto nos ayudará a devolver a nuestro cuerpo sus biorritmos, si queremos cumplir unos objetivos es muy importante que todo esté planificado previamente para que en nuestra organización diaria no nos saltemos ningún condicionante que acabe afectando a nuestra salud.
NUTRICIÓN
Crear un menú semanal, para que a la hora de hacer la compra y cocinar no nos decantemos por opciones insanas, si queremos asegurarnos de que no se produzcan problemas metabólicos, tenemos que optar más por el consumo de vegetales, fibra, minerales y todos los macro y micronutrientes adecuados en detrimento de azúcares, harinas de mala calidad y productos procesados, la clave en esto nuevamente, pasa algo tan sencillo como la planificación.
SUPLEMENTACIÓN
La suplementación puede ser muy necesaria en algunos casos, de ahí la importancia de visitar a un profesional.
Muchas sustancias juegan un papel crucial en la prevención o tratamiento de patologías,si estas se encuentran en estado de déficit o sencillamente se necesita un aumento en su consumo.
Algunas sustancias interesantes en la situación actual podrían ser el selenio o la vit D para que nuestro sistema inmunológico, hormonal y nervioso funcionen de forma adecuada. si no vas a poder exponerte al sol 30-45 minutos o bien tienes un estado donde tus necesidades sean mayores puede ser interesante recurrir a su suplementación.
Para aquellas personas con sobrepeso, glucosa alta o resistencia a la insulina de base, puede ser conveniente el uso de sensibilizadores naturales de la insulina, el ácido alfa lipoico o la berberina especialmente.
Y para el sistema nervioso suplementos como el 5-HTP (semillas de Griffonia) Gaba (ácido que actúa como neurotransmisor) o la conocida melatonina, todas ellas con el fin de relajar y equilibrar el sistema nervioso.
EJERCICIO
El ejercicio no solo es fundamental para mejorar el sistema musculoesquelético y los problemas derivados de la falta de actividad en la cuarentena, si no que ayuda al sistema inmunológico, a los problemas psicológicos y a conciliar el sueño, mejorando así todas cascadas bioquímicas que por sí solas son capaces de formar graves patologías.
Si a su vez quisiéramos producir mejoras en la pérdida de peso, las reservas de glucógeno y mejorar nuestro metabolismo, podríamos realizar ejercicios de alta intensidad adaptados a nuestra condición física con ayunos de 12-14 horas.
Pero cuando hablamos de ejercicio, no nos podemos olvidar de otras prácticas que, aunque tengan menos consumo energético son igual de importantes y que pueden practicarse por sí solas o de forma sinérgica con ejercicios de más intensidad, como son la meditación, el yoga, el pilates, tai-chi etc.
Estas actividades no solo nos proporcionan beneficios físicos si no psicológicos, aportando paz y ayudándonos a pensar con claridad para relativizar (en la medida de lo posible) mejorando nuestra capacidad en la toma de decisiones en un momento tan duro y difícil como el que estamos viviendo.
Desde COFENAT esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda hasta que esta situación está superada y os animamos a poneros en manos de profesionales para tratar todos y cada uno de los aspectos citados en este artículo.
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