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Consejos para recuperarte de la Navidad
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Thu, 16 Jan 2025 00:30:00 +0100
16 de enero de 2025
Las celebraciones navideñas son sinónimo de reuniones familiares, deliciosas comidas y, muchas veces, de excesos. Es común terminar estas fechas sintiéndonos pesados, con poca energía o incluso con malestar digestivo y buscando soluciones rápidas para "desintoxicarnos"
Las celebraciones navideñas son sinónimo de reuniones familiares, deliciosas comidas y, muchas veces, de excesos. Es común terminar estas fechas sintiéndonos pesados, con poca energía o incluso con malestar digestivo y buscando soluciones rápidas para "desintoxicarnos". Por ello, es fundamental saber cómo recuperar el equilibrio para volver a la rutina con salud y sobre todo, más allá de dietas milagrosas o restricciones extremas.
¿Cómo recuperarnos de los excesos navideños?
Recupera tus horarios y tu rutina
Volver a la rutina no significa lograrlo todo en un día. Dependiendo de cómo haya sido la “intensidad” de tus días navideños, recuperarte te llevará más o menos tiempo, y no pasa nada. Busca objetivos realistas que te permitan mantener la constancia y sobre todo que respeten tu salud.
Con respecto a tus horarios de alimentación no te saltes comidas de manera forzada. Es normal que los primeros días tu cuerpo todavía esté en modo “necesito azúcar”, pero esto irá disminuyendo en el momento en que vayas reduciendo o quitando todos los alimentos de estas fechas: alcohol, dulces, exceso de carbohidratos refinados o salsas pesadas e introduciendo alimentos de mayor densidad nutricional.
También será importante recuperar tus horarios de sueño. Vuelve a una rutina de descanso regular, acostándote y levantándote a la misma hora cada día. Dormir entre 7 y 8 horas diarias te ayudará a una mejor recuperación física y mental.
Cuida tu salud digestiva
Los excesos navideños suelen sobrecargar el sistema digestivo, provocando sensación de hinchazón, acidez, digestiones lentas y estreñimiento, entre otros. Tras los excesos, es importante darle un respiro y apoyarlo con opciones que favorezcan su buen funcionamiento.
Imprescindible una buena hidratación
Una buena hidratación durante el día es clave para ayudar al cuerpo a eliminar toxinas, combatir la retención de líquidos, facilitar el tránsito intestinal y reactivar el metabolismo. Aunque el agua debería ser la base, también puedes apoyarte en:
Infusiones:
Hepáticas como el cardo mariano, el boldo, la alcahofera o el diente de león. En este caso nos ayudarán a que el hígado trabaje un poquito mejor y además, favorecen el vaciamiento gástrico y la liberación de bilis al intestino, por lo que en caso de que las digestiones las notes peor, son una ayuda para antes de las comidas. Puedes tomarlas también en extracto que es más concentrado y diluir unas 10 gotas en un vasito de agua antes de las comidas.
Digestivas como la manzanilla, menta, hinojo, anís o hierba luisa. Muchas de ellas no solo favorecen las digestiones difíciles sino que también resultan carminativas y con efecto antiinflamatorio.
Caldo de huesos. Reconforta hasta la última célula de tu cuerpo. No solamente es una gran ayuda para remineralizar el organismo, sino también para regenerar mucosas y dependiendo de los ingredientes extra que lo acompañen (cúrcuma, jengibre, cardamomo…) también con gran efecto antiinflamatorio.
Agua de mar embotellada. Una manera de remineralizarnos y equilibrarnos de manera completa a todos los niveles. Puedes tomar 1 chupito de agua de mar en ayunas, que también te ayudará a mejorar tu tránsito intestinal en caso de que haya estreñimiento.
Prioriza platos de alta densidad nutricional
Esto se refiere a la cantidad de nutrientes que un alimento proporciona en relación con su contenido calórico. Una vez más, ¡lo importante no va a ser contar calorías!
Principalmente prioriza alimentos con alta densidad de nutrientes, como verduras, frutas, legumbres, carnes, pescados, huevos, grasas saludables, granos enteros, tubérculos y especias. Obtener un buen equilibrio en el plato te ayudará a sentirte más saciado evitando antojos, a tener más energía y a una mejor detoxificación natural del organismo.
Incluye probióticos y prebióticos. Los probióticos, presentes en alimentos como el yogur natural, el kéfir y el chucrut, favorecen diversidad de la microbiota intestinal. Los prebióticos, como la fibra presente en el ajo, la cebolla y el plátano alimentan a estas bacterias beneficiosas, favoreciendo no solo al sistema digestivo sino también de manera integral.
Descanso digestivo natural. Y digo natural porque evitaremos restricciones forzosas o dietas extremas para volver a la rutina. Se trata más bien de escuchar a tu cuerpo y volver a conectar con tus señales de hambre saciedad. El ayuno intermitente puede ayudar a darle un descanso al sistema digestivo, permitiendo que se regenere y elimine toxinas de manera más eficiente. No es necesario hacer ayunos prolongados, el simple hecho de hacer 12 horas de ayuno nocturno ya tiene mucho beneficios en tu cuerpo.
Olvídate de hacer “dietas milagro”
Pasadas las navidades es normal vernos colapsados por mensajes de “dietas detox”, “quítate los kilos de más”, “compensa o controla los excesos”. Las dietas restrictivas (sea del tipo que sea) son remedios mágicos y rápidos insostenibles en el tiempo que lo único que harán es afectar negativamente a tu metabolismo y debilitar tu salud física y emocional.
Estas dietas extremas provocan el temido efecto rebote, debilitan tu cuerpo y rompen la relación saludable con la comida. El cuerpo no va a entender por qué se le somete de repente a un ayuno forzado o se le reduce drásticamente la ingesta de alimentos.
¡A mover el cuerpo!
Sin duda otro de los pilares para una salud equilibrada y que no puede faltar en lo que a recuperación post navideña se refiere.
Si vienes de no hacer ejercicio o no de manera muy regular no empieces de manera intensa. Empezar con actividades suaves como caminatas de 30 minutos al día o yoga permite reactivar el metabolismo, mejorar la circulación, eliminar toxinas y apoyar el sistema digestivo sin sobrecargar el cuerpo.
Recuperarse de los excesos navideños no requiere medidas drásticas ni sacrificios extremos. Con acciones sencillas, como cuidar la salud digestiva, recuperar la flexibilidad metabólica y volver gradualmente a la rutina, es posible retomar el bienestar físico y mental. La clave está en la constancia, la paciencia y el autocuidado. Aprovecha el inicio del año para establecer hábitos saludables que te permitan sentirte bien durante todo el año.
Fuente: naturitas
www.cofenat.es
Fuente imágenes : Excelsior
Las celebraciones navideñas son sinónimo de reuniones familiares, deliciosas comidas y, muchas veces, de excesos. Es común terminar estas fechas sintiéndonos pesados, con poca energía o incluso con malestar digestivo y buscando soluciones rápidas para "desintoxicarnos". Por ello, es fundamental saber cómo recuperar el equilibrio para volver a la rutina con salud y sobre todo, más allá de dietas milagrosas o restricciones extremas.
¿Cómo recuperarnos de los excesos navideños?
Recupera tus horarios y tu rutina
Volver a la rutina no significa lograrlo todo en un día. Dependiendo de cómo haya sido la “intensidad” de tus días navideños, recuperarte te llevará más o menos tiempo, y no pasa nada. Busca objetivos realistas que te permitan mantener la constancia y sobre todo que respeten tu salud.
Con respecto a tus horarios de alimentación no te saltes comidas de manera forzada. Es normal que los primeros días tu cuerpo todavía esté en modo “necesito azúcar”, pero esto irá disminuyendo en el momento en que vayas reduciendo o quitando todos los alimentos de estas fechas: alcohol, dulces, exceso de carbohidratos refinados o salsas pesadas e introduciendo alimentos de mayor densidad nutricional.
También será importante recuperar tus horarios de sueño. Vuelve a una rutina de descanso regular, acostándote y levantándote a la misma hora cada día. Dormir entre 7 y 8 horas diarias te ayudará a una mejor recuperación física y mental.
Cuida tu salud digestiva
Los excesos navideños suelen sobrecargar el sistema digestivo, provocando sensación de hinchazón, acidez, digestiones lentas y estreñimiento, entre otros. Tras los excesos, es importante darle un respiro y apoyarlo con opciones que favorezcan su buen funcionamiento.
Imprescindible una buena hidratación
Una buena hidratación durante el día es clave para ayudar al cuerpo a eliminar toxinas, combatir la retención de líquidos, facilitar el tránsito intestinal y reactivar el metabolismo. Aunque el agua debería ser la base, también puedes apoyarte en:
Infusiones:
Hepáticas como el cardo mariano, el boldo, la alcahofera o el diente de león. En este caso nos ayudarán a que el hígado trabaje un poquito mejor y además, favorecen el vaciamiento gástrico y la liberación de bilis al intestino, por lo que en caso de que las digestiones las notes peor, son una ayuda para antes de las comidas. Puedes tomarlas también en extracto que es más concentrado y diluir unas 10 gotas en un vasito de agua antes de las comidas.
Digestivas como la manzanilla, menta, hinojo, anís o hierba luisa. Muchas de ellas no solo favorecen las digestiones difíciles sino que también resultan carminativas y con efecto antiinflamatorio.
Caldo de huesos. Reconforta hasta la última célula de tu cuerpo. No solamente es una gran ayuda para remineralizar el organismo, sino también para regenerar mucosas y dependiendo de los ingredientes extra que lo acompañen (cúrcuma, jengibre, cardamomo…) también con gran efecto antiinflamatorio.
Agua de mar embotellada. Una manera de remineralizarnos y equilibrarnos de manera completa a todos los niveles. Puedes tomar 1 chupito de agua de mar en ayunas, que también te ayudará a mejorar tu tránsito intestinal en caso de que haya estreñimiento.
Prioriza platos de alta densidad nutricional
Esto se refiere a la cantidad de nutrientes que un alimento proporciona en relación con su contenido calórico. Una vez más, ¡lo importante no va a ser contar calorías!
Principalmente prioriza alimentos con alta densidad de nutrientes, como verduras, frutas, legumbres, carnes, pescados, huevos, grasas saludables, granos enteros, tubérculos y especias. Obtener un buen equilibrio en el plato te ayudará a sentirte más saciado evitando antojos, a tener más energía y a una mejor detoxificación natural del organismo.
Incluye probióticos y prebióticos. Los probióticos, presentes en alimentos como el yogur natural, el kéfir y el chucrut, favorecen diversidad de la microbiota intestinal. Los prebióticos, como la fibra presente en el ajo, la cebolla y el plátano alimentan a estas bacterias beneficiosas, favoreciendo no solo al sistema digestivo sino también de manera integral.
Descanso digestivo natural. Y digo natural porque evitaremos restricciones forzosas o dietas extremas para volver a la rutina. Se trata más bien de escuchar a tu cuerpo y volver a conectar con tus señales de hambre saciedad. El ayuno intermitente puede ayudar a darle un descanso al sistema digestivo, permitiendo que se regenere y elimine toxinas de manera más eficiente. No es necesario hacer ayunos prolongados, el simple hecho de hacer 12 horas de ayuno nocturno ya tiene mucho beneficios en tu cuerpo.
Olvídate de hacer “dietas milagro”
Pasadas las navidades es normal vernos colapsados por mensajes de “dietas detox”, “quítate los kilos de más”, “compensa o controla los excesos”. Las dietas restrictivas (sea del tipo que sea) son remedios mágicos y rápidos insostenibles en el tiempo que lo único que harán es afectar negativamente a tu metabolismo y debilitar tu salud física y emocional.
Estas dietas extremas provocan el temido efecto rebote, debilitan tu cuerpo y rompen la relación saludable con la comida. El cuerpo no va a entender por qué se le somete de repente a un ayuno forzado o se le reduce drásticamente la ingesta de alimentos.
¡A mover el cuerpo!
Sin duda otro de los pilares para una salud equilibrada y que no puede faltar en lo que a recuperación post navideña se refiere.
Si vienes de no hacer ejercicio o no de manera muy regular no empieces de manera intensa. Empezar con actividades suaves como caminatas de 30 minutos al día o yoga permite reactivar el metabolismo, mejorar la circulación, eliminar toxinas y apoyar el sistema digestivo sin sobrecargar el cuerpo.
Recuperarse de los excesos navideños no requiere medidas drásticas ni sacrificios extremos. Con acciones sencillas, como cuidar la salud digestiva, recuperar la flexibilidad metabólica y volver gradualmente a la rutina, es posible retomar el bienestar físico y mental. La clave está en la constancia, la paciencia y el autocuidado. Aprovecha el inicio del año para establecer hábitos saludables que te permitan sentirte bien durante todo el año.
Fuente: naturitas
www.cofenat.es
Fuente imágenes : Excelsior
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