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Thu, 11 Apr 2024 00:30:00 +0200
Ashwagandha: ¿Qué es, para qué sirve y cómo tomarla?
11 de abril de 2024
¿Qué es la ashwagandha?
La ashwagandha es un suplemento que se comercializa generalmente en cápsulas que que cuenta con varios efectos positivos evidenciados sobre la salud. El primero de ellos es su capacidad para mejorar la calidad del descanso. Esto es determinante para lograr que el organismo se recupere bien después de cada jornada, logrando un equilibrio a nivel inflamatorio que se refleje positivamente sobre el estado de salud.
En la ashwagandha se pueden encontrar muchos compuestos fitoquímicos distintos. De hecho ya se han identificado más de 35. Se pueden destacar los alcaloides, las saponinas y los withanólidos. Estos últimos son los responsables de su poder como adaptógeno. Con este término nos referimos a todos aquellos elementos o suplementos que consiguen impactar sobre los niveles de estrés, tanto físico como mental. Dicho efecto repercute positivamente sobre los niveles y la sensación de energía durante el día.
Propiedades y beneficios
SI hablamos de las propiedades de la ashwagandha, consumida en forma de suplemento, deberíamos hacer mención a las siguientes:
Reducción de los niveles de cortisol.
Incremento de la concentración de testosterona.
Mayor calidad del sueño.
Neuroprotección.
Funcionamiento más eficiente de la glándula tiroides.
Mejor recuperación deportiva.
Aumento de la memoria y de la capacidad de aprendizaje (nootrópico).
Desde luego estamos hablando de un producto que se ha comenzado a consumir como complemento desde hace relativamente pocos años. Pero se están acumulando evidencias sobre su buen funcionamiento, por lo que muchas personas se interesan por la posibilidad de incluirlo en las rutinas.
Cuenta con beneficios en quienes están sometidos a niveles altos de estrés por cuestiones laborales o personales. Puede facilitar el descanso nocturno y repercutir positivamente sobre la calidad de vida. Incluso presenta beneficios en quienes precisan de un gran esfuerzo mental, para estudiar por ejemplo. Esto se debe a su acción como nootrópico.
Cabe destacar que puede tener bastante sentido en los deportistas de alto rendimiento. En estos casos facilita la recuperación muscular y mejora la sensación de energía, ya que muchas veces el ejercicio de gran intensidad eleva los niveles de cortisol y esto puede condicionar el bienestar en los días posteriores. Junto con un buen aporte de carbohidratos se postula como una de las mejores intervenciones para regular la concentración de la hormona.
¿Cómo tomar ashwagandha?
Generalmente la ashwagandha se comercializa en cápsulas. Pero hay que tener en cuenta ciertas indicaciones para elegir un suplemento de calidad y obtener así los efectos esperados. Lo ideal es siempre apostar por un extracto de la planta de tipo full spectrum. Esto quiere decir que cuenta con todas las sustancias bioactivas en su interior, lo que mejora su función. En cuanto a la concentración, la mayor parte de los estudios nos indican que es suficiente con incluir una dosis de 200-450 mg de extracto de la planta.
Dependiendo de la pureza del producto puede ser preciso ingerir una dosis mayor. En este caso lo ideal es repartir la toma en 2, una por la mañana y otra por la noche. Aunque es cierto que algunas personas suelen consumir la ashwagandha a primera hora del día, la mayor parte de los ensayos científicos estudian los efectos del suplemento antes de dormir, lográndose así una ventaja sobre la calidad del sueño y sobre la recuperación.
Generalmente hablamos de un compuesto que combina bien tanto con la melatonina como con el magnesio. Ambos están enfocados a facilitar el descanso y a controlar los niveles de oxidación y de inflamación en el medio interno. Cuando se administran como suplementos pueden generar un efecto sinérgico entre sí, mejorando los resultados de su consumo de forma aislada. No obstante, antes de realizar dichas mezclas es conveniente consultar con un profesional y valorar la dieta.
Precauciones acerca del uso de ashwagandha
Un tema controvertido es la seguridad de la ashwagandha cuando se emplea de manera crónica. Sin salirse de las dosis recomendadas es extraño experimentar efectos secundarios. No obstante, en algunos casos se puede sufrir malestar gastrointestinal o una sensación de somnolencia.
Más preocupante es la posible toxicidad de la planta sobre el hígado. Es un tema discutido en la literatura científica. Según las evidencias actuales el peligro solamente existiría en personas con lesión hepática preexistente, pudiendo generar o agravar la hepatitis y la inflamación del órgano. Por este motivo se desaconseja totalmente en aquellos que cuenten con un problema previo de estas características.
En personas sanas parece totalmente segura, aunque es cierto que se recomienda hacer un descanso cada 2 meses aproximadamente para evitar riesgos innecesarios. Con un protocolo de 60-90 días de suplementación y 30 de descanso el perfil de seguridad del producto es muy elevado, por lo que no tienen por qué experimentarse efectos adversos.
Interacciones con fármacos
Es cierto que la ashwagandha es una planta que presenta varias interacciones con medicamentos. Por lo general no se recomienda su consumo cuando existe una pauta de farmacología previa, al menos no sin antes consultar al facultativo. Se debe evitar su ingesta de forma conjunta con antidepresivos o con ansiolíticos. Podría incrementar los efectos de somnolencia de los mismos o su capacidad de actuación sobre la fisiología del organismo. Sucede algo parecido con los suplementos de melatonina.
Tampoco es recomendable en el caso de las mujeres embarazadas, ya que podría llegar a resultar abortiva. Su combinación con anticonvulsivos también está desaconsejada e incluso podría llegar a actuar con ciertos medicamentos indicados para controlar el funcionamiento de la tiroides.
Respecto a los pacientes de cáncer de próstata es controvertida. La ashwagandha podría incrementar los niveles de testosterona en el organismo, provocando así un riesgo añadido sobre estas personas.
Ashwagandha contra la depresión
En la actualidad se investiga activamente el papel de la suplementación con aswhagandha en la prevención y en el tratamiento de la depresión. Al final hablamos de una patología mental con base inflamatoria que puede estar relacionada con un incremento crónico del nivel de cortisol en el organismo.
Hasta la fecha se ha encontrado que la suplementación con 1000 mg al día de la planta durante 12 semanas conseguía reducir la sintomatología de la ansiedad con respecto a aquellos que recibían un placebo. También hay evidencias que afirman que es suficiente una dosis de 600 mg de extracto para llegar a disminuir en hasta un 80 % los síntomas depresivos. De nuevo comparado con grupo placebo.
Pero en ambos casos nos encontramos ante trabajos que cuentan con limitaciones. Los tamaños muestrales no son grandes y el historial de los participantes seleccionados no siempre incluye depresión o ansiedad. No obstante, sienta la base para seguir investigando sobre el tema. Aunque es importante recalcar que la aswhagandha no se debe combinar con ansiolíticos o con antidepresivos, al menos no sin supervisión por parte del facultativo.
Fuente: salunutri.com
www.cofenat.es
Fuente imágenes: expreso.ec
La ashwagandha es un suplemento que se comercializa generalmente en cápsulas que que cuenta con varios efectos positivos evidenciados sobre la salud. El primero de ellos es su capacidad para mejorar la calidad del descanso. Esto es determinante para lograr que el organismo se recupere bien después de cada jornada, logrando un equilibrio a nivel inflamatorio que se refleje positivamente sobre el estado de salud.
En la ashwagandha se pueden encontrar muchos compuestos fitoquímicos distintos. De hecho ya se han identificado más de 35. Se pueden destacar los alcaloides, las saponinas y los withanólidos. Estos últimos son los responsables de su poder como adaptógeno. Con este término nos referimos a todos aquellos elementos o suplementos que consiguen impactar sobre los niveles de estrés, tanto físico como mental. Dicho efecto repercute positivamente sobre los niveles y la sensación de energía durante el día.
Propiedades y beneficios
SI hablamos de las propiedades de la ashwagandha, consumida en forma de suplemento, deberíamos hacer mención a las siguientes:
Reducción de los niveles de cortisol.
Incremento de la concentración de testosterona.
Mayor calidad del sueño.
Neuroprotección.
Funcionamiento más eficiente de la glándula tiroides.
Mejor recuperación deportiva.
Aumento de la memoria y de la capacidad de aprendizaje (nootrópico).
Desde luego estamos hablando de un producto que se ha comenzado a consumir como complemento desde hace relativamente pocos años. Pero se están acumulando evidencias sobre su buen funcionamiento, por lo que muchas personas se interesan por la posibilidad de incluirlo en las rutinas.
Cuenta con beneficios en quienes están sometidos a niveles altos de estrés por cuestiones laborales o personales. Puede facilitar el descanso nocturno y repercutir positivamente sobre la calidad de vida. Incluso presenta beneficios en quienes precisan de un gran esfuerzo mental, para estudiar por ejemplo. Esto se debe a su acción como nootrópico.
Cabe destacar que puede tener bastante sentido en los deportistas de alto rendimiento. En estos casos facilita la recuperación muscular y mejora la sensación de energía, ya que muchas veces el ejercicio de gran intensidad eleva los niveles de cortisol y esto puede condicionar el bienestar en los días posteriores. Junto con un buen aporte de carbohidratos se postula como una de las mejores intervenciones para regular la concentración de la hormona.
¿Cómo tomar ashwagandha?
Generalmente la ashwagandha se comercializa en cápsulas. Pero hay que tener en cuenta ciertas indicaciones para elegir un suplemento de calidad y obtener así los efectos esperados. Lo ideal es siempre apostar por un extracto de la planta de tipo full spectrum. Esto quiere decir que cuenta con todas las sustancias bioactivas en su interior, lo que mejora su función. En cuanto a la concentración, la mayor parte de los estudios nos indican que es suficiente con incluir una dosis de 200-450 mg de extracto de la planta.
Dependiendo de la pureza del producto puede ser preciso ingerir una dosis mayor. En este caso lo ideal es repartir la toma en 2, una por la mañana y otra por la noche. Aunque es cierto que algunas personas suelen consumir la ashwagandha a primera hora del día, la mayor parte de los ensayos científicos estudian los efectos del suplemento antes de dormir, lográndose así una ventaja sobre la calidad del sueño y sobre la recuperación.
Generalmente hablamos de un compuesto que combina bien tanto con la melatonina como con el magnesio. Ambos están enfocados a facilitar el descanso y a controlar los niveles de oxidación y de inflamación en el medio interno. Cuando se administran como suplementos pueden generar un efecto sinérgico entre sí, mejorando los resultados de su consumo de forma aislada. No obstante, antes de realizar dichas mezclas es conveniente consultar con un profesional y valorar la dieta.
Precauciones acerca del uso de ashwagandha
Un tema controvertido es la seguridad de la ashwagandha cuando se emplea de manera crónica. Sin salirse de las dosis recomendadas es extraño experimentar efectos secundarios. No obstante, en algunos casos se puede sufrir malestar gastrointestinal o una sensación de somnolencia.
Más preocupante es la posible toxicidad de la planta sobre el hígado. Es un tema discutido en la literatura científica. Según las evidencias actuales el peligro solamente existiría en personas con lesión hepática preexistente, pudiendo generar o agravar la hepatitis y la inflamación del órgano. Por este motivo se desaconseja totalmente en aquellos que cuenten con un problema previo de estas características.
En personas sanas parece totalmente segura, aunque es cierto que se recomienda hacer un descanso cada 2 meses aproximadamente para evitar riesgos innecesarios. Con un protocolo de 60-90 días de suplementación y 30 de descanso el perfil de seguridad del producto es muy elevado, por lo que no tienen por qué experimentarse efectos adversos.
Interacciones con fármacos
Es cierto que la ashwagandha es una planta que presenta varias interacciones con medicamentos. Por lo general no se recomienda su consumo cuando existe una pauta de farmacología previa, al menos no sin antes consultar al facultativo. Se debe evitar su ingesta de forma conjunta con antidepresivos o con ansiolíticos. Podría incrementar los efectos de somnolencia de los mismos o su capacidad de actuación sobre la fisiología del organismo. Sucede algo parecido con los suplementos de melatonina.
Tampoco es recomendable en el caso de las mujeres embarazadas, ya que podría llegar a resultar abortiva. Su combinación con anticonvulsivos también está desaconsejada e incluso podría llegar a actuar con ciertos medicamentos indicados para controlar el funcionamiento de la tiroides.
Respecto a los pacientes de cáncer de próstata es controvertida. La ashwagandha podría incrementar los niveles de testosterona en el organismo, provocando así un riesgo añadido sobre estas personas.
Ashwagandha contra la depresión
En la actualidad se investiga activamente el papel de la suplementación con aswhagandha en la prevención y en el tratamiento de la depresión. Al final hablamos de una patología mental con base inflamatoria que puede estar relacionada con un incremento crónico del nivel de cortisol en el organismo.
Hasta la fecha se ha encontrado que la suplementación con 1000 mg al día de la planta durante 12 semanas conseguía reducir la sintomatología de la ansiedad con respecto a aquellos que recibían un placebo. También hay evidencias que afirman que es suficiente una dosis de 600 mg de extracto para llegar a disminuir en hasta un 80 % los síntomas depresivos. De nuevo comparado con grupo placebo.
Pero en ambos casos nos encontramos ante trabajos que cuentan con limitaciones. Los tamaños muestrales no son grandes y el historial de los participantes seleccionados no siempre incluye depresión o ansiedad. No obstante, sienta la base para seguir investigando sobre el tema. Aunque es importante recalcar que la aswhagandha no se debe combinar con ansiolíticos o con antidepresivos, al menos no sin supervisión por parte del facultativo.
Fuente: salunutri.com
www.cofenat.es
Fuente imágenes: expreso.ec
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